

Este aceite esencial se extrae de una resina sagrada del árbol Boswellia sacra, nativo de Somalia.
Su incienso ha estado presente en los rituales de la India, China y la Iglesia Católica por su efecto tranquilizante.
Es coadyuvante para el tratamiento de asma, bronquitis y laringitis, además controla la tos y fortalece el sistema inmunológico.
Su aroma potente a madera y especies produce una sensación de serenidad, capta nuestra atención para recordarnos el momento presente, es ideal para meditaciones, reduce los síntomas de la ansiedad, como la tensión y el estrés.