¿Sabías que los condimentos que usas te pueden enfermar o sanar?

Si, hay mucho que no sabemos sobre los condimentos: esas especias que usas para dar sabor a tus comidas cada día son mucho más poderosas de lo que creemos. Pero al mismo tiempo, si no sabemos elegirlas, pueden estar inflamándonos, afectando nuestra digestión y bienestar en general.

Cuando hablo de condimentos, me refiero a esas mezclas de especias y hierbas que usamos para dar sabor a nuestras comidas, dulces o saladas. El tema es que nunca nos cuestionamos la pureza, frescura y origen de nuestros condimentos.

¿Por qué digo que te pueden enfermar?

Voy a empezar contándote por qué digo que te pueden estar enfermando. Tanto en condimentos como en muchos otros productos comerciales, la industria alimentaria tiene como prioridad bajar los costos de los productos y hacer que queramos consumir más y más. Para esto es necesario que los productos tengan duraciones extensas en bodega y que su costo sea bajo. En el caso de los condimentos es importante tener en cuenta 3 temas en específico:

1. La pureza: más del 90% de los condimentos que encontramos en los supermercados tienen ingredientes relleno, como harinas refinadas que bajan su costo, aditivos para que nuestro paladar quiera más -como el glutamato monosódico. Además, es muy común el uso de deshumidificantes, colorantes, preservantes y grasas refinadas.

 ¿En qué te podría estar afectando esto?

• Inflamación y sensación de que la comida te cae pesada.
• Ganas de seguir comiendo, distorsión en como percibes la saciedad y en reconocer cuando estas lleno o llena.
• Sensibilidad e irritación en el estómago, y en el intestino.
• Digestión incómoda.

2. Forma de producción: la producción a gran escala suele utilizar agrotóxicos para mejorar los rendimientos y evitar plagas en las siembras. Los residuos de estos químicos sintéticos quedan en los alimentos y terminan en nuestro cuerpo.

 ¿En qué te podría estar afectando esto?

 La exposición y/o consumo constante a agrotóxicos está relacionado con: 

• Desequilibrios intestinales y hormonales.
• Alergias y sensibilidad a ingredientes.
• Problemas digestivos.
• E incluso enfermedades autoinmunes.

3. Frescura: La mayoría de los condimentos comerciales tienen incluso años de estar embodegados, esto implica 2 cosas:  Por un lado lo más probable es que para lograr que se conserven en buen estado durante todo este tiempo se hayan utilizando conservantes sintéticos, y por otro lado las hierbas y especias con el tiempo van perdiendo sus propiedades. 

¿En qué te podría afectar que tus condimentos no sean realmente frescos?

• No estar aprovechando todos los beneficios de las hierbas y especias.
• Estar exponiendo a tu cuerpo a conservantes innecesarios, que están relacionados a desequilibrios intestinales y digestivos.

¿Qué beneficios pueden tener los condimentos?

Ahora bien, imagino que ya tienes una idea de porque digo que tus condimentos te pueden sanar, ¿Verdad?

Las hierbas y especias que solemos usar para condimentar, en su estado más puro, tienen grandes propiedades medicinales que apoyan la digestión, la desinflamación, muchas son antivirales, antimicrobianas, apoyan la función inmune, y en general promueven el equilibrio del cuerpo.  

Quizá, mientras lees esto se te ha pasado por la cabeza algo como: "Si, pero la cantidad que se usa de condimentos realmente es muy pequeña". Si, puede verse así, pero es un hecho que usamos condimentos en todas nuestras comidas, esto quiere decir que de 2 a 5 veces al días, todos los días estamos consumiéndolos. Así es que es un consumo constante, diario y por la mayor parte de tu vida, por lo que sí tienen un efecto en tu cuerpo.

Y por otro lado, se miran como pequeñas cantidades, pero recuerda que cuando hablamos de productos deshidratados, su tamaño se reduce entre 5 y 20 veces al deshidratarlos, así que no es tan pequeño como se ve.

Yo te invito a probar otras formas de condimentar tus comidas, y que experimentes cómo se siente tu cuerpo y digestión utilizando condimentos mas naturales.

Cinco puntos principales que me gusta considerar cuando elijo mis condimentos:

1. Pureza: que sean 100% puros, sin ingredientes relleno, aceites refinados, preservantes ni Glutamato Monosódico.
2. Frescura: buscarlos recién molidos, priorizando la cosecha local, que asegura mejor calidad, menos aditivos y por tanto más salud y sabor. ¡Te sorprenderán su aroma y su sabor concentrado!
3. Forma de producción: Elegir las hierbas y especias orgánicas y agroecológicas para asegurarme que le estoy dando a mi cuerpo la mejor calidad.
4. Variedad: me gusta tener varias mezclas para permitan crear diferentes sabores. Para esto prefiero comprar especias a granel, pues así decido qué cantidad comprar y puedo crear mis propias mezclas. También me gusta  tener opciones de especias y hierbas solitas, pues me permite ser mucho más creativa y mezclar en el momento de cocinar.
5. Almacenarlos en vidrio para que se mantengan lo mejor posible.

Mis básicos deshidratados son: Ajo, cebolla, pimentón dulce, cebollino, apio, culantro de castilla, estragón, cúrcuma, canela ceylan, tomillo y pimienta negra.

¡Ahora sí!, es hora de experimentar por tu propia cuenta y darle a tu cuerpo más sabor, salud y bienestar.

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