Con la llegada de las lluvias llegan las gripes y los virus, y este es un momento ideal para recordar la importancia de cuidar y potenciar nuestro sistema de defensas.
El cuerpo humano posee un sistema defensivo increíblemente eficiente, capaz de protegernos de múltiples agresores y enfermedades. Pero, ¿Por qué nos enfermamos entonces? ¿Por qué en la entrada de la lluvias las gripes y virus son tan frecuentes?
Vamos a explorar cómo funciona nuestro sistema inmune y cómo podemos potenciarlo.
Pero empecemos por el principio: ¿Qué es el Sistema Inmune?
Es una parte importantísima, de hecho de los sistemas más activos de nuestro cuerpo que nos defiende de los invasores, es un sistema de vigilancia que descifra qué nos pertenece y qué no, lo que nos hace bien y que no, y toma acción defensora ante lo que potencialmente nos puede dañar. Se divide en dos:
1. Sistema Inmune Innato: Nuestra primera línea de defensa que siempre está vigilante. Incluye:- Barreras físicas: Piel y membranas rugosas.
- Revestimiento intestinal: Filtra y elimina virus, bacterias y toxinas antes de que nos dañen.
- Linfocitos B: Producen anticuerpos para atacar invasores. Son nuestras armas rápidas
- Linfocitos T: Combaten directamente a los invasores y causan inflamación como mecanismo de defensa.
La Inflamación: ¿Amiga Enemiga?
La inflamación, en realidad, es una respuesta natural y necesaria del sistema inmune. Es la liberación de sustancias químicas y proteínas por las células inmunes para combatir invasores. Sin embargo, si la inflamación se vuelve crónica debido a una exposición constante a agresores como estrés crónico, mala alimentación, toxinas y emociones negativas, puede dañar nuestros tejidos y causar enfermedades, aprender a regular esta respuesta junto con otras herramientas te va a ayudar a potenciar tu sistema inmune.
Entonces ¿Cómo Fortalecer tu Sistema Inmune?
1. Aprender a nivelar tus niveles de Azúcar en la Sangre: Altos niveles de azúcar causan inflamación. Cuando la glucosa en la sangre está alta, estimula las células inmunes a liberar moléculas inflamatorias que viajan por el cuerpo causando daño e irritación. Un consumo consciente de azúcares, un estilo de vida saludable, buenas fuentes de fibra y grasas saludables te ayudarán a mantener tus niveles de azúcar en sangre balanceados.
2. Consume Grasas Saludables: las grasas NO son malas, de hecho son esenciales para el buen funcionamiento de las células, todas las membranas celulares del cuerpo requieren grasa para funcionar, lo que es importante es la calidad de grasa que usemos. Esta es como el combustible de nuestras células, un combustible de calidad se traduce en un funcionamiento de calidad. Ten en cuenta:
- Grasas saludables: Omega 3 y 6 en cantidades adecuadas, presentes en salmón salvaje, atún, nueces, chía, linaza, semillas y huevos. Grasas monoinsaturadas: aceite de aguacate, oliva, semillas y nueces.
- Evita: Grasas trans y saturadas, que se convierten en moléculas inflamatorias (productos procesados y ultra procesados, grasas refinadas, manteca, exceso de lácteos).
Potentes antioxidantes:
- Vitamina C: Frutos rojos, cítricos, kale, chile dulce rojo, tomate.
- Vitamina E: Zanahorias, espinacas, acelgas, calabaza, nueces, semillas de girasol.
- Glutatión: Se crea en el cuerpo a partir de alimentos ricos en azufre como ajo, cebolla, brócoli, germen de trigo, lentejas, carnes, huevo, queso ricota y cottage, yogurt.
- Vitamina D: Se sintetiza con la exposición al sol. Toma al menos 30 minutos de sol en la mañana sin protector solar.
- Vitamina A: Zanahorias, remolachas, espárragos, brócoli, kale, y en aceite de hígado de bacalao.
- Zinc: Juega un papel fundamental en el crecimiento y desarrollo de células inmunes. Lo encuentras en ostras, carnes rojas, frijoles, nueces, mariscos y cereales integrales.
4. Calidad del Descanso: El descanso es crucial para la función inmune. Potenciar la calidad del sueño mejora la salud en general. Para un mejor descanso:
- Toma el sol por la mañana para regular los ciclos circadianos.
- Usa luces tenues y cálidas por la noche.
- Evita pantallas al menos una hora antes de acostarte para no interferir con la producción de melatonina.
- Cena al menos 2 horas antes de acostarte para que la digestión no interfiera con el sueño.
- Encuentra una actividad física que disfrutes y prácticala regularmente.
- Ejercicios de respiración para calmar el sistema nervioso.
- Yoga y meditación.
- Paseos en la naturaleza.
Ahora que tienes estas herramientas para potenciar tu sistema inmune, es hora de ponerlas en práctica.
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¡A cuidarse y a disfrutar de esta temporada con salud y energía!